sábado, 23 de junio de 2012

Poemario


Las nubes cual cortinas, se descorrían 
de la barra infinita del cielo, y ella, 
tan blanca, iluminaba los pequeños 
luceros que formaban el planeta, 
pequeños puntos luminosos, miles de 
bombillas encendidas.



Estepas sombrías
a la luz de la luna
veo vuestras formas,
ininterrumpidas,
viajan hacia el infinito.
Luz de otoño
suavemente
iluminando el paisaje
y apartando al instante
el paisaje cubierto
de niebla.



El viento me lamía la cara
su aliento gélido se me calaba en los huesos.
La luna iluminaba con su cara redonda la calle Mayor
y la niebla se divisaba desde el interior de mi corazón.



Dantesco espectáculo
gente arrastrando su famélico cuerpo,
mientras estruendosos bombardeos
acallan sus sueños en un breve lapso de tiempo.
Mas el recuerdo no será enterrado
mientras su historia siga viva.



Series enteras de celuloide
que aluden al pasado
y hacen del recuerdo un arma
combatiendo así los engaños
de ambiciosas manos.



Atentados contra la libertad,
personas con ambiciones,
sueños, esperanzas y frustraciones
lustradas por la tiranía.

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